En un lugar desconocido lleno de edificios altos y en ruinas, el aire estaba cargado con un olor fétido y metálico.
El cielo encima era gris, proyectando sombras que danzaban como fantasmas.
Dentro de una de las torres más altas y destruidas, una figura estaba sentada con las piernas cruzadas en un trono de huesos irregulares.
Narak, un Rey Zombi de nivel 12, estaba cultivando.
Su piel pálida y sin sangre brillaba débilmente bajo la luz tenue, y las venas de sus brazos palpita...
Frente a él yacían pedazos de carne cruda y goteante, que él ocasionalmente llevaba a sus labios.
Masticaba lentamente, saboreando el sabor, la sangre tiñendo sus dientes afilados. Sus ojos rojos brillantes estaban cerrados, y su energía enfocada hacia dentro.
De repente, se escuchó un golpe en la puerta de metal rota. Chilló ruidosamente al abrirse.