—¿Anfitrión estás planeando tomar el control de la base? —preguntó el sistema.
—Hm? Sí —dijo Su Jiyai como si fuera lo más obvio—. Casi no quedan personas de la Tribu Hua. La tierra se ha convertido en una sin dueño. Según las nuevas reglas, mientras alguien adquiera la tierra, se convierte en suya. No necesito pagarle dinero a nadie.
—¿Pero qué pasa si la gente de la Tribu Hua regresa? —inquirió el sistema.
—Ya lo dije, les daré dos opciones. Pueden aceptar un apartamento en la base como compensación, o pueden irse sin nada. Es justo —respondió Su Jiyai encogiéndose de hombros.
El sistema permaneció callado por un momento, luego habló de nuevo. —Realmente sabes cómo manejar las cosas, Anfitrión.