Qin Feng regresó a la base después de completar exitosamente la peligrosa misión.
Su corazón latía emocionado, no por los elogios o recompensas que le esperaban, sino porque finalmente iba a responder a Su Jiyai.
Había guardado su carta de amor cerca de él, pensando en ella todos los días. Ahora que la misión había terminado, estaba ansioso por encontrarse con ella y confesar sus sentimientos.
Tan pronto como entró en la base, fue llevado de inmediato a la oficina del líder.
El líder de la base, Xin Lufang, lo recibió con una amplia sonrisa.
—¡Qin Feng! ¡Lo has hecho de nuevo! —elogió Xin Lufang, aplaudiendo.
—Completaste la negociación con la Base de Cedar sin ningún problema. Esto es una gran victoria para nosotros.
Qin Feng asintió cortésmente, pero su mente estaba en otro lugar.
No podía esperar a recibir sus honores y luego correr a ver a Su Jiyai.
Se movía incómodo, esperando que esta reunión terminara pronto.