El hombre con capa negra sacó un pequeño pergamino antiguo de su túnica.
El pergamino estaba amarillento, los bordes rasgados, y extraños símbolos cubrían su superficie. ¡Parecía exactamente el tipo de técnica secreta que poseería un maestro oculto!
—Esta es el Arte Vacío del Dragón Celestial —dijo el hombre en voz baja.
—Una técnica tan poderosa que fue sellada durante miles de años. Solo un verdadero genio puede desbloquear su potencial.
El aliento de Su Jin se detuvo. ¿¡Arte Vacío del Dragón Celestial?! ¡Incluso el nombre sonaba increíble!
—¿Cómo… cómo lo aprendo? —preguntó, casi en un susurro.
El hombre más bajo se aclaró la garganta.
—Bien, por supuesto, algo tan precioso no puede ser entregado gratuitamente. Pero ya que el destino te ha traído aquí, no pediremos mucho. Solo una pequeña ofrenda para probar tu sinceridad.
La emoción de Su Jin se atenuó un poco. —¿Una ofrenda?
El hombre de la capa negra asintió.