Capítulo 430: Kars

El corazón del tendero latía con fuerza, pero intentó mantener la calma. No podía dejar que este «chico escuálido» lo intimidara.

—¡Muy bien, chico, te lo buscaste! —gritó, lanzando un puñetazo hacia Su Jiyai.

Pero antes de que su golpe siquiera se acercara, Su Jiyai se movió—rápido.

Esquivó hacia un lado como si nada, haciendo que el tendero pareciera un tonto torpe.

—¿Eso es todo lo que tienes? —preguntó Su Jiyai, con una sonrisa burlona asomándose en su rostro.

Los ojos del tendero se abrieron de par en par, asombrados.

—¿Qué demonios...? ¿Cómo se movió tan rápido?

Su Jiyai no estaba de humor para perder más tiempo.

Dio un paso adelante, agarró al tendero por la muñeca y la torció lo suficiente como para hacer que él se quejara de dolor.

—Déjame dejar algo claro —dijo Su Jiyai, con su voz baja pero firme—. No puedes intimidarme. No soy un objetivo fácil. ¿Qué tal si retrocedes antes de que esto se ponga feo?