Su Jiyai se sentó erguida mientras la voz del sistema seguía zumbando con energía.
[Permíteme presentarte a tus nuevos ayudantes. Son:
—Un Conejo Herrero
—Un Alquimista
—Un Robot de Cocina]
Su Jiyai inclinó la cabeza. —¿Ayudantes? Espera, espera— ¿como seres reales? ¿O solo AIs?
—Son constructos semiautónomos, anfitrión. Cada uno comienza en Nivel 1 y puede mejorarse con cristales o puntos de misión.
Sus ojos se entrecerraron con curiosidad. —¿Puntos de misión? ¿Qué es eso ahora?
Hubo una pausa incómoda del sistema.
[…Todas las misiones que completé antes, pero nunca recibiste recompensas adecuadas, se han convertido automáticamente en puntos de misión.]
Su Jiyai parpadeó. —Vaya. Estás diciendo que todas esas cosas por las que trabajé duro y no obtuve nada… ¿ahora cuentan para algo?
—Sí. En total, has ganado 10,000 puntos de misión. Puedes usarlos para mejorar a tus ayudantes.
Sus cejas se alzaron. —Guau. Te has… vuelto un poco mejor, ¿eh?