—¡Ese anillo espacial es tu primer regalo mío como tu maestro!
El Ancestro Oriental reflexionó por un momento y luego dijo:
—A continuación, te daré un segundo regalo.
—¿Hay más?
—¡Dios mío, convertirse en discípulo del Ancestro Oriental tiene tantos beneficios!
—Aunque no sabemos qué hay dentro de ese anillo espacial, juzgando por la expresión de Su Baliu, debe ser algo increíblemente valioso. ¿Podría ser que esos tesoros son tantos que un solo anillo espacial no puede contenerlos?
La multitud en la plaza estaba casi verde de envidia, mirando ansiosamente al Ancestro Oriental, preguntándose cuál sería su segundo regalo.
En medio de estas miradas curiosas, el Ancestro Oriental agitó su mano, produciendo una piedra de cristal.
La piedra de cristal se rompió directamente en su mano, haciéndose añicos con un fuerte sonido y convirtiéndose en niebla. La niebla flotó en el vacío y formó una pantalla ilusoria.
Dentro de esta pantalla, una figura comenzó a aparecer gradualmente.