Huo Shen miró a la mujer en sus brazos y se preguntó dónde había estado y qué había estado haciendo. Nunca había sido alguien que creyera las palabras de alguien sin escucharlo primero.
—Wei Wei... ¡Tenemos que beber de nuevo! ¡Te extrañé! Es bueno estar de vuelta, ¿sabes? ¡Eres mi única novia! Nadie podrá reemplazarte, ¡ya te debo dos vidas! Te amo muchísimo —Lin Ruo no se callaba, pero en cambio, estaba retorciéndose, tratando de salir de los brazos de ese hombre para poder encontrar a Su Wei Wei.
Zhu Bai la estaba sujetando con fuerza, era la primera vez que la veía tan ebria. Sería mejor no permitirle acercarse más al alcohol. Su tolerancia al alcohol era demasiado baja.
—¿Puedes callarte por un momento? ¿Quieres que Huo Shen nos lance del helicóptero? —Ese hombre era capaz de cualquier cosa siempre y cuando compitiera por el amor de Su Wei Wei.