La mujer con el cheongsam blanco parecía estar en sus primeros 30. Pero en realidad, ya estaba en sus últimos 40. Simplemente sabía cómo mantenerse adecuadamente. Con el ejercicio correcto, dieta, maquillaje y visitas constantes a una clínica de belleza, cualquiera podría parecer mucho más joven de lo que era.
Y esta mujer era una de esas.
Tenía un rostro bonito, realzado por el maquillaje y una figura favorecedora que se destacaba fácilmente con el cheongsam que llevaba. Su largo cabello negro estaba recogido en un moño con una delicada horquilla de jade. Tenía el encanto seductor de una mujer madura. Y con su rostro y lenguaje corporal, podía representar esa pura sensación que sólo una mujer más joven podría tener. Lo cual era bastante contradictorio. Y algo que podía volver loco a un hombre por ella.
Sin duda era del tipo que usaba su apariencia a su máxima ventaja. Como capturar la atención de ciertos hombres.