—Cuando Luo Yan entró al restaurante, rápidamente miró a su alrededor en busca de Shen Ji Yun. No tardó mucho en localizarlo. Estaba sentado cerca de la ventana, rodeado de una atmósfera fría. Como si en silencio le dijera a todos: no te acerques a mí, no me hables. Sin embargo, la gente no podía evitar echarle un vistazo en su dirección. Algunos incluso se sentían tentados de acercarse a él.
Como prueba de ello, una joven no pudo más y finalmente se dirigió hacia la mesa. Le sonrió como una flor a Shen Ji Yun. Pero el otro solo le echó un vistazo, dijo algo y luego giró su cabeza hacia la ventana de cristal. El rostro de la joven rápidamente se tornó rojo de vergüenza. Después de eso, se alejó enojada.