—Miguel, únete a mí, tienes que ver esto con tus propios ojos —fue contactado por uno de sus hombres que habían enviado a recopilar información.
—Estoy en camino —dijo Miguel—. Antes de duplicarse y dejar un clon en su lugar le advirtió a Elías que no se preocupara:
— Amor, tengo que irme, uno de nuestros hombres ha encontrado algo, volveré enseguida.
Desapareció inmediatamente dejando atrás a su clon, y se teletransportó a donde estaba su hombre. Ambos estaban completamente ocultos por sus campos de fuerza y Miguel abrió los ojos de par en par cuando vio lo que tenían en frente.
Se impulsó hacia lo alto del cielo para ver con sus propios ojos la extensión del campo de fuerza y este se extendía hasta donde alcanzaba la vista.
—Es imposible que haya sido un Titán quien creó este campo de fuerza, así que antes de entrar dime qué piensas al respecto —volvió al suelo e inmediatamente preguntó a Tarik, que era uno de sus mejores rastreadores.