Oliver no pudo hacer nada para evitar perder su brazo, había subestimado el poder de estas Cadenas de Restricción y cuando intentó atacarlo para parar el golpe de su espada, sus Cadenas se precipitaron por el hueco en su escudo e inmovilizaron, permitiendo al Rey de la Sombra cortar su brazo.
Su espada cayó al suelo y ahora que estaba inmovilizado Kevin puso la hoja de una de sus espadas cortas sobre su herida abierta que ya comenzaba a sanar y dispersó las partículas de luz y las doradas de las que estaba hecha y las envió directamente a su torrente sanguíneo.
Entonces le dijo:
—¿Alguna última palabra antes de morir?
Oliver podía sentir su cuerpo arder desde adentro y le preguntó con los dientes apretados bajo el dolor torturante que sentía:
—¿Cómo? Las partículas de luz no deberían haber tenido efecto en mí...
Kevin entonces le dijo:
—Dime dónde están el resto de los Caballeros de la Oscuridad y responderé tu pregunta.