—Y añadió entonces mirando a Connor:
— Pero en cuanto la amenaza de los Titanes y estos dioses antiguos desaparezca, lo pondremos de vuelta en esta habitación y, si Connor está de acuerdo, lo mezclaremos nuevamente con la roca para que nadie pueda usarlo.
—Connor asintió y les recordó:
— Recuerden su promesa, nada de armas de destrucción masiva.
—Elias le dio una palmada en el hombro y le dijo:
— Mantendremos nuestra promesa, con Miguel buscaremos la mejor manera de usar este mineral para proteger a nuestros hombres y a los que se nos unan, eso es todo.
—Miguel les dijo entonces:
— Vamos, todavía necesitamos encontrar esa cámara secreta.
Una vez en la superficie, Kelan siguió las vetas y el área que Connor había marcado en el mapa, y los llevó a donde debería estar esa cámara secreta.