Kevin, al percibir la diferencia de poder de sus oponentes, miró alrededor mientras seguía desviando los golpes del Titán, y sus ojos se abrieron de par en par cuando vio que esos hombres eran Drakonits.
Kevin entonces le dijo a Connor a través de las piedras de comunicación:
—Son demasiado fuertes, no podemos seguir luchando aquí, voy a llamar a Mykael y hacer que nos envíe a todos al lugar que ha preparado específicamente para que podamos combatir a los Titanes.
—Mientras tanto, ve y libera a Sora de sus cadenas y, tan pronto como esté libre, ve con ella a un lugar seguro, te llamaremos cuando todo haya terminado aquí.
Connor asintió, Kevin tenía razón, los seis tenían auras muy poderosas y podrían destruir el Palacio Real si seguían luchando aquí.
Solomon gruñó frustrado al recibir las nuevas instrucciones de Kevin, pero sabía que era la decisión más sabia.
Entonces escuchó la voz preocupada de Sora a través de las piedras de comunicación, la cual lo sorprendió: