Recompensa inesperada

Muchas personas no podían viajar porque las tarifas de transporte eran demasiado altas para ellas.

Ya fueran las aves gigantes o los carruajes tirados por caballos, no todas las familias podían permitírselo, y además, estos medios de transporte solían llevar mucho tiempo, lo que desanimaba a quienes podían pagarlos a usarlos.

Por ejemplo, usar una ave gigante desde Ciudad del Amanecer para ir a la capital tomaría 2 semanas, y usar un carruaje tomaría más de un mes.

Entonces, si no se hacía nada para facilitar el transporte de personas, humanos y demonios nunca se encontrarían.

Y para que sus ciudades prosperaran y crecieran, necesitaban personas que pudieran abrir negocios y recibir muchos más clientes.

Evy también estaba muy entusiasmada con esta red de transporte y le dijo: