Solo tenía que ser paciente y esperar al hombre de su vida, aquel del que se había enamorado en cuanto lo vio por primera vez, cuando finalmente tuvo la edad suficiente para formar parte de la organización.
Tan pronto como cumplió 18 años, su padre lo llevó al consejo de la organización y fue Caleb quien le hizo el tatuaje en el interior de su muñeca derecha y le mostró cómo poner el vendaje negro sobre él.
Caleb en ese momento llevaba una máscara que cambiaba su apariencia y ocultaba su verdadero nivel a todos, pero cuando lo tocó para hacer el tatuaje, incluso con ese rostro común y aura ordinaria, su cuerpo reaccionó fuertemente a su toque.
Su corazón empezó a acelerarse por primera vez y hasta sintió mariposas en el estómago.
Aún recordaba que en ese momento le costaba creerlo porque Caleb realmente no parecía atractivo con ese disfraz puesto.