Elias entonces le sonrió y le dijo:
—Vi otro pasaje que puede llevarnos a este laboratorio, pero necesitaré a Atlas para abrirlo, volveré enseguida.
Elias desapareció de inmediato y regresó con Atlas poco después, entonces le dijo:
—Necesito que abras un pasaje hacia el laboratorio que está al otro lado de esta pared, el único problema es que no podemos pasar por la fuerza o de lo contrario grandes cristales de energía negra explotarán en todas las áreas diferentes y las consecuencias de eso serían desastrosas.
Atlas entonces le preguntó:
—¿Para qué exactamente me necesitas?
Elias señaló un lugar en la pared que estaba a su lado izquierdo y dijo:
—Envía algunas partículas negras justo ahí y eso debería ser suficiente para abrir la puerta oculta.
Atlas entonces acercó su mano al lugar que Elias acababa de mostrarle y envió partículas negras a él tal como le indicaron. Inmediatamente, el contorno de una puerta apareció y se abrió sola para dejarlos pasar.