—Ve a dormir, ya es tarde, todavía tienes clases mañana.
Su voz era tan baja y fría como siempre.
—¿Dormir?! —La voz de Chu Jin mostró cierta sorpresa, quedó en blanco unos segundos antes de añadir—. ¿Y tú?
Como era de esperar, tan pronto pronunció esas palabras, Chu Jin las lamentó, esperando que el Señor Mo no malinterpretara!
Realmente no tenía ninguna otra intención, fue solo una pregunta impulsiva.
—Primero me voy a duchar, tú duerme en la cama esta noche, yo dormiré en el sofá. —Dicho esto, el Señor Mo se levantó del sofá.
Al oír esto, Chu Jin se sentó en la cama con cierto alivio, se metió bajo las sábanas, se tapó la cabeza con el edredón, cubriendo su cabeza entera como un avestruz.
El edredón aún conservaba la frescura de la menta, unido a un leve olor a tabaco, que era bastante agradable...
Mo Zhixuan se detuvo en sus pasos, su severo ceño se suavizó un poco.