Chu Jin esbozó una leve sonrisa, sus pestañas temblaron ligeramente, proyectando una sombra superficial sobre sus ojos. La actitud casual y bromista en su rostro desapareció en un instante, remplazada por una expresión muy seria.
Sus labios rojos se fruncieron ligeramente mientras miraba a Zi, en silencio.
De todo su ser emanaba un aura abrumadora.
Zi nunca había visto a Chu Jin de esta manera antes.
Esta desconocida Chu Jin parecía tener ojos tan afilados como el hielo, poseyendo una fuerza penetrante.
Incluso sin decir una palabra, podía hacer que alguien se estremeciera de miedo.
Zi se encogió de cuello subconscientemente, ¡encontrando esta versión de Chu Jin demasiado aterradora!
—Chu Jin, no me mires así, me da miedo... —La voz de Zi era minúscula, con un temblor.
Realmente tenía un poco de miedo.