381 (Cuarta Vigilia)

Al pronunciar estas palabras, la mesa de comedor inmediatamente cayó en silencio.

Mo Zhixuan sonrió mientras quitaba las cabezas de los camarones. —Hermana, no te preocupes, soy solo unos años mayor que Jin, y me he acostumbrado a atenderla. Si ella está feliz, yo también lo estoy; si come cómodamente, mi corazón también se siente tranquilo.

Mo Feixue se quedó atónita en el acto, con una expresión algo desagradable en su rostro.

Mo Zhixuan nunca solía responderle de esta manera antes. ¿Qué tiene de bueno esta persona ordinaria, que incluso le falta al respeto a su propia hermana por ella?

El rostro de Chu Jin también se sonrojó al instante, pensando, «el Señor Mo realmente no se jacta a menudo, pero cuando lo hace, es bastante impresionante».

Este hombre, que planifica tras bambalinas, nunca habla de promesas de amor tan fantasiosas como montañas y mares, sin embargo, cada palabra que pronuncia vale mil de esas promesas grandiosas.