Detrás de la puerta, capas de gasa simple ondeaban.
No se podía ver claramente detrás de la gasa, pero el aroma de ámbar gris que llenaba el aire era apenas discernible.
Una ligera brisa sopló, haciendo que la gasa ondeara suavemente.
Era como si, al atravesar esta gasa, uno pudiera recorrer mil años.
Chu Jin levantó la mano para apartar la gasa, y de repente la escena frente a ella se aclaró. La habitación era espaciosa, con una decoración de estilo antiguo. Volutas de humo de té flotaban hacia arriba, y una Senior Tea Artist, arrodillada en un cojín, lavaba, infusionaba, preparaba y vertía el té con habilidad. Sus movimientos eran fluidos como nubes que flotan y agua que fluye, irradiando elegancia al máximo.
El hombre sentado al otro extremo de la mesa de té, con rasgos faciales marcados y agudos, no era otro que
¡Song Shiqin!
Chu Jin apenas podía creer lo que veía.
¿Acaso el camarero la había conducido por el camino equivocado?