441, no juzgues un libro por su cubierta (parte tres)

Ese dinero, ella sentía que no lo merecía y decidió que sería mejor donarlo en otro lugar.

Las condiciones en el refugio eran muy básicas, pero la recepcionista en la recepción era muy entusiasta, y Chu Jin podía ver esperanza en sus ojos.

En el salón, se exhibían ropa y suministros alimenticios donados de todos los ámbitos.

Las paredes también estaban cubiertas de fotos, la mayoría de vagabundos sin hogar y niños sedientos de conocimiento de las montañas, contrastando fuertemente con la prosperidad de Ciudad Capital.

El mundo es así, donde los fuertes se hacen más fuertes y los débiles más débiles, creando una división polarizada.

—Señorita, ¿ha venido para buscar a alguien, ¿verdad? —Dado que el refugio recibía a diferentes personas sin hogar y aquellas que habían perdido su camino a casa todos los días, la recepcionista instintivamente pensó que Chu Jin estaba allí buscando un pariente.

—No —Chu Jin sacudió gentilmente la cabeza con una sonrisa en sus ojos.