Xuanyuan Shangchen la cuidaría, la protegería y se ocuparía de ella en todos los sentidos posibles.
Incluso la ayudó a recuperar su apariencia.
Ya no quedaba ningún rastro de cirugía en su rostro.
Era tan perfecto como si fuera natural.
Además, él nunca le exigió nada, a diferencia de la Señora Ji, quien se acercaba a ella con un propósito.
Para Chu Jin, Xuanyuan Shangchen era como un rayo de luz en su vida, iluminando la dirección que debía seguir.
Era misterioso, poderoso, y podía darle todo lo que deseaba.
Por eso, tenía que aferrarse a él con fuerza.
No podía permitir que nadie se lo arrebatara.
Tampoco podía permitir que nadie amenazara su posición.
Pero la llegada de Ling Que la hacía sentir inquieta y llena de una sensación de crisis.
Era la primera vez que veía a otra mujer al lado de Xuanyuan Shangchen.
Era obvio que los dos se conocían desde hacía mucho tiempo, y podía captar una mirada especial en los ojos de Ling Que.