Ocupar la Posición de la Reina Nova

No fue coincidencia que Islinda estuviera sentada al lado de su dueño, Aldric. Si la Reina Maeve era responsable de que cenara con la familia real, entonces sin duda consideró la disposición de los asientos, especialmente con Elena estratégicamente colocada junto a Valerie. El mismo Valerie, que no podía ocultar su disgusto por estar atrapado entre su némesis Aldric y André.

El príncipe de verano era posesivo y celoso, y sus constantes miradas a Islinda sin duda conducirían a problemas. A pesar de su negación, todos en la mesa sabían que había algo entre ellos, y su evidente anhelo dejaba claro que aún no la había superado. En este punto, Islinda comenzó a cuestionar si podía confiar en él para manejar la situación, considerando que no podía controlar sus turbulentas emociones.