Algo Estaba Mal

—Alguien en esta sala intentó manipularme mediante un hechizo —anunció Aldric, su voz resonando contra las altas paredes de piedra. Con la mirada inquebrantable, esperó el pandemonio que estaba seguro que esto probablemente iba a provocar.

Por un momento, fue como si el tiempo mismo se hubiera detenido. Casi cada rostro en la sala se volvió pálido, cada movimiento se detuvo. El aire estaba cargado de anticipación, el silencio tan profundo que casi era tangible.

Luego, como si se hubiera activado un interruptor, estallaron exclamaciones sorprendidas por toda la sala. Los rostros se torcieron en shock e incredulidad. Los murmullos comenzaron a surgir, al principio suaves y vacilantes, luego creciendo más fuertes y más insistentes con cada segundo que pasaba.

—¿Quién se atrevería?

—¿Habla en serio?

—¡Esto es un ultraje!