Él la necesitaba

El palacio permanecía en caos a pesar del repentino regreso del Príncipe Aldric. El capitán aún mantenía al Príncipe André e Isaac como rehenes, incierto sobre su destino, esperando el regreso de su gran señor desde donde sea que hubiera desaparecido. A todos les confundía que el primer acto de Aldric al reaparecer fuera buscar a Islinda, la traidora. Se preguntaban si ella había lanzado algún oscuro encantamiento sobre él.

Cuando el capitán se preparaba para enviar a los cautivos al calabozo, un portal se abrió repentinamente, y Aldric emergió, llevando a una mujer en sus brazos. El capitán quedó atónito, su sorpresa solo se profundizó cuando notó el cabello blanco como la nieve de la mujer. ¿No era Islinda una morena? No podía obtener una vista clara porque Aldric la acunaba tan protectora, y cuando el capitán intentó mirar más de cerca, el gruñido amenazante de Aldric lo obligó a retroceder de inmediato.

Isaac, al no ver rastro de Maxi, luchó contra los Fae que lo retenían.