El Cachorro

Su tragedia comenzó cuando los admiradores de Xiu Wanxia vinieron a causarle problemas. A veces, mientras dormía profundamente, alguien la atacaba.

A veces, cuando estaba excavando las hierbas, caía en el agujero trampa que había preparado la gente de Xiu Wanxia.

Xiu Wanxue tomó una respiración profunda. El destino estaba en sus manos; incluso si el cielo se derrumbaba, esta vez nadie podría dañarla.

—¡Bang! —Mientras pensaba, sintió el ataque malicioso desde atrás.

Esquivó y movió su mano hacia atrás para agarrar el cuello de la persona que la atacó.

—¡Tú! ¿Por qué eres tan fuerte? —Los ojos de la persona se agrandaron.

Xiu Wanxue lo recordaba. Era uno de los admiradores de Xiu Wanxia, el cachorro obsesivo y loco. A quienquiera que mordiera, no lo soltaba hasta que el cuello de esa persona se desprendiera.

No es de extrañar que la reconociera incluso cuando ella ocultaba su aliento y usaba una máscara y una capa para cubrir su cabello.