¡Me casaré contigo!

El Señor del Abismo no sabía cómo hacerlo. Nunca había fallado una misión que su Soberano le pidiera hacer, ¿y ahora fallaba esta tan simple?

—Deberías regresar —resonó una voz profunda en medio de su lucha.

Sus pupilas se contrajeron y lentamente desapareció.

El cuerpo de Xiu Wanxue se sacudió ligeramente. ¿Qué clase de persona era esta? Solo con su voz, podía conmover su alma. No era por su tono, parecía tener un aura invisible que hacía que la gente tuviera miedo.

Cuando vio a la persona claramente, contuvo la respiración por un momento. Sufrió una hemorragia nasal, y la sangre brotó de sus oídos y ojos.

—¿Qué te pasó? —El Soberano Zorro estaba impactado. Se apresuró a sostenerla en sus brazos, luciendo ansioso. Nunca había estado tan asustado.

Xiu Wanxue estaba mareada, pero no escuchó su voz ansiosa ni vio que accidentalmente se mordió la lengua hasta sangrar.