Estamos solos

—¿Ava? —Claudia llamó su atención cuando Ava no le respondió.

—¿Eh?

—Dije, ¿puedo ver la poción? —Claudia preguntó de nuevo.

—Ava, ¿puedo hablar contigo? —Ryder preguntó mientras entraba a la cocina.

Ava lo miró con gratitud.

—Por supuesto, cariño —dijo rápidamente.

—Nos vemos después, Claudia —dijo Ava mientras tomaba el brazo de Ryder y lo alejaba de la cocina.

Claudia miró sus espaldas que se alejaban y sonrió para sí misma. Era interesante cómo Ava se había sobresaltado y puesto nerviosa cuando le pidió ver el contenido del frasco. El frasco definitivamente debe contener sangre o algo relacionado con vampiros.

Simplemente tenía que encontrar una manera de hacerse con ese frasco y exponer su contenido a todos.

Ava llevó a Ryder al estudio y cerró la puerta.

—¿Por qué me arrastras con tanta prisa? —Ryder le preguntó.

—Es Claudia —respondió Ava.

—¿Qué quieres decir? ¿Qué hizo? —Ryder preguntó confundido.