Llévame a tu cama

Llegó a la casa de Alessandro y marcó el número de Giovanni, quien contestó casi inmediatamente.

—Estoy fuera de la puerta —le dijo ella.

—Ya voy —le dijo él.

Él llegó a la puerta y la abrió para ella.

—Lamento mucho molestarte, es solo que nunca lo he visto así y no sé qué hacer —dijo ella.

—Está bien, ¿dónde está? —preguntó Lilian.

—Ven conmigo —le dijo él.

Lilian lo siguió adentro, vio a Alessandro sentado en el suelo frente a su minibar, con un montón de bebidas alcohólicas delante de él.

—Oh diosa, no me digas que bebió todo solo —le preguntó a Giovanni.

—Sí, lo bebió todo solo, intenté acercarme pero él usó su mando de Alfa en mí. Sin embargo, no dejaba de pronunciar tu nombre, así que pensé que podrías ayudar —le dijo.

Lilian se acercó cautelosamente a Alessandro.

—Ten cuidado —Giovanni advirtió.

Ella se agachó cerca de él.

—Alessandro, ya es suficiente bebida por hoy —le dijo dulcemente.

—¡No! Tú no me puedes decir qué hacer —le dijo él.