Es suficiente para mí

LA CIUDAD DE LAS NUEVAS LINTERNAS

Ricciardo y Constanza bajaron del jet para ver que Alessandro y Lilian los esperaban en el aeropuerto.

Constanza ignoró las manos extendidas de Alessandro y corrió a abrazar a Lilian.

—¡Ay! ¿Recuerdas que soy tu hermano, verdad? —preguntó él.

—Lo sé, pero quiero más a Lilian —respondió ella.

Ricciardo avanzó luciendo angustiado y triste. Alessandro avanzó para abrazarlo.

—Mi hermano favorito —dijo mientras lo abrazaba.

Ricciardo lo abrazó de vuelta sin mucho entusiasmo.

—Soy tu único hermano —respondió.

Alessandro retrocedió para mirarlo.

—¡Vaya! No pareces feliz de verme. ¿Estás bien? —le preguntó.

—Estoy bien, solo necesito un poco de descanso y estaré bien —respondió Ricciardo.

—Bienvenido de vuelta, Ricciardo —dijo Lilian.

—Gracias, Lilian —respondió él.

—Entonces, ¿qué pasa con ustedes dos? —preguntó Constanza mirándolos con recelo.

—Nada mucho, ahora ella es mi novia —anunció Alessandro mientras tomaba la mano de Lilian.