Reconciliándose con Ricciardo

—¿Ales? —lo llamó ella cuando él no le respondió.

—Perdón bebé, me perdí en mis pensamientos. Te quedarás aquí hasta que venga por ti, si no oyes mi voz, no abras la puerta.

—¿Y Connie? —preguntó ella.

—Ni siquiera Connie o Ricciardo, si no oyes mi voz, no abras la puerta. Soy el único en quien puedes confiar.

—Ok, pero ¿qué estarás haciendo?

—Iré a Sangre de Fuego y Creekwood y me reuniré con tu hermano y tu pareja. Solo con su ayuda podrás ganar tu libertad.

—No creo que Jax acepte ayudarte. Lo herí mucho. —respondió ella.

—Déjame preocuparme de eso, ¿está bien?

—Está bien. —respondió ella.

Constanza se unió a ellos.

—¿Ya terminaron con la charla cursi? —preguntó al acercarse a ellos.

—Sí, hemos terminado. —le dijo Alessandro.

—¿Te sientes mejor? —Constanza le preguntó a Lily.

—Mucho mejor, gracias a ustedes dos.

Alessandro dejó que ambas hablaran y fue a encontrarse con el tío de Lily.