Una confesión de amor

Ryder la besó en la frente. —Los tiempos han cambiado amor y tendremos que adaptarnos a ello —le dijo.

Hubo un golpe en la puerta y Evena entró.

—¿Qué pasa? —preguntó Ryder.

—Nos han invitado a cenar a la casa de la manada. Vístete para que podamos ir —les dijo.

—¿Nos invitaron? —preguntó Ava mientras se levantaba.

—Sí, Trina, la pareja de Dean, llamó al teléfono de la casa hace un momento. Dijo que Jax nos invitó —respondió Evena.

—Está bien, nos uniremos a ustedes pronto —le dijo Ryder. Evena asintió y salió de la habitación.

Ava se levantó y fue al armario de la habitación para elegir un atuendo apropiado para la cena.

—¿Crees que se ha calmado? —preguntó Ryder.

—Bueno, él no nos invitaría a cenar si no se hubiera calmado —respondió Ava.

—¿Y si es una trampa? —preguntó Ryder.

Ava se giró y le lanzó una mirada de desaprobación.