—OK, estaré bien con ella —Ricciardo accedió con Jax.
Jax lo atrajo hacia sí y lo besó.
—Ese es mi encantador compañero —dijo cariñosamente.
Ricciardo sonrió y se desabrochó la camisa.
—Bueno, tu encantador compañero quisiera mostrarte lo encantador que es —susurró a Jax.
—¿De verdad, eh? Entonces muéstrame —Jax le susurró de vuelta.
Ricciardo lo empujó suavemente hacia la cama y se montó sobre él.
Y pasó la noche mostrándole a Jax lo encantador que era.
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Lily se estaba peinando frente al espejo. Constanza ya había bajado a desayunar después de no conseguir convencer a Lily de que se uniera a ella.
Hubo un golpe en la puerta, Lily pensó que probablemente era Jax.
—Adelante —ella dijo.
Se sorprendió al ver a Ricciardo entrar con una bandeja.
—Buenos días —le dijo él.
—Buenos días —ella dijo con voz confusa.
—Te he traído el desayuno —le dijo él.