—Tú eres mi pareja —dijo Nikita.
—Sé que vas a rechazarme pero antes de que lo hagas, ¿puedo pedirte un favor?
—¿Cuál es? —preguntó Nikita.
—¿Puedes llevarme lejos de aquí, no te molestaré, y ni siquiera apareceré en tu vida nunca más, solo déjame en la ciudad de nueva linterna?
—Ya veo —respondió Nikita.
—solo eso por favor y luego puedes rechazarme —rogó Lírico.
—Está bien. Puedo hacer eso.
—Gracias —respondió Lírico.
—De nada, nos vemos mañana —le dijo Nikita mientras se iba.
Lily parecía sombría mientras se sentaba en el porche con una taza de café, Alessandro se sentó a su lado.
—¿Estás bien? Has estado callada —le preguntó.
—Solo estaba pensando en Lírico —dijo ella.
—¿Qué pasa con él?
—Tiene tanta ira dentro de él —le dijo Alessandro.
—Sí, las pocas veces que lo he visto, siempre parecía enfadado y siempre estaba siendo castigado por una cosa u otra, un contraste tan grande con su hermana gemela —respondió Alessandro.