Alrededor de la hora de la cena, cuando Bassena estaba a punto de preguntar a Zein qué quería comer el guía, sonó su commlink.
Una serie de mensajes de texto con burbujas de chat coloridas y llenas de emoticonos apareció en la pantalla. Solo con mirarlo, supieron que era Reina, o probablemente Han Shin usando la cuenta de su prometida. Sin embargo, antes de que pudieran mirar el mensaje, la puerta del salón ejecutivo en el que estaban se abrió.
Radia entró, y Senia se sobresaltó sin motivo, solo una inquietud inexplicable. Quizás eran esos ojos carmesíes inescrutables. —¿Hmm? ¿Ya terminaste la prueba?
—Más o menos —Zein giró en su silla para mirar al invocador que todavía llevaba puesto su traje de tres piezas—. No sabía que todavía estabas aquí.
—Acabo de regresar de Mortix —Radia se acercó a la pequeña mesa donde su secretario le estaba preparando una taza de té—. Reina dijo que terminó la nueva versión del uniforme del guía, así que dijo que vendría para que la vieras.