Capítulo 466. Cicatriz y Broma

El golpe fue contundente. Y numeroso.

—El Espectro, que había nacido de la propia Estrella, no tenía idea de que existiera un humano con este tipo de poder. Había parado la guadaña y la había corroído, rompiendo la frágil cosa con su poder. Pero el humano simplemente invocó otra, y cuando no fue suficiente, cubrió su puño con denso maná y golpeó al Espectro sin detenerse.

¿Acaso este humano no se cansaba?

—El Espectro no podía entender. El humano usaba oscuridad - desde la guadaña que seguía oscilando, las estacas que aparecían en el aire, las espinas brotando del suelo, la serpiente gigante arrasando en el campo... incluso la barrera que lo rodeaba. Todo estaba hecho de oscuridad, tal como el cielo y el espacio y el propio Espectro.

Y sin embargo, era diferente. La oscuridad, si el Espectro pudiera entenderla, era pura. No era turbia, no era sofocante. Era imponente, era inflexible y, por extraño que fuera, la oscuridad brillaba.