—¡Capitán!
—Alto —Zein levantó su palma, haciendo que los guías se detuvieran en seco—. Ahora mismo no tengo energía, así que tienes que hacerlo con suavidad.
Solo entonces extendió sus brazos y permitió que los guías lo abrazaran. Tenía que explicarles que estaba bien y solamente cansado de destruir el fragmento. Después de asegurarse de que todos estuvieran bien, les dio el inminente trabajo de guiar a aquellos que habían estado luchando antes, incluidos los de Anzus, ya que en ese momento no podía permitirse guiar a nadie.
Cuando fue a la tienda de comando exterior, que estaba frente al arsenal en lugar del estadio, pasó por el equipo que estaba en medio de extraer el moco del gusano muerto para usarlo en la muralla de piedra fuera de la zona segura.
...que ya no parecía segura.
—...son bastante astutos —oyó Zein la voz de Bassena en el momento en que entró a la sala de mando—. Han apuntado a la frontera entre el alcance de dos dispositivos de purificación donde es más débil.