Capítulo 562. El Acantilado

Bassena salió poco después con un orbe negro silbante descansando sobre su mano escamada.

—La Reina debe estar enojada, ¿verdad? —Han Shin sonrió—. Conociéndola, no había forma de que no estuviera furiosa. Desde su perspectiva, era como si ellos la hubieran dejado abruptamente después de usarla como guía durante los últimos días, sin una fecha fija para poder encontrarse de nuevo.

—Oh, no te preocupes —respondió Bassena con casualidad—. Le dije que podía desahogar su ira como quisiera la próxima vez.

De repente, Han Shin tuvo un mal presentimiento. —¿Eh?

Bassena sonrió. —De todos modos ella solo se desquita contigo.

—¡Hey! ¿Cómo puedes sacrificarme?!

—Uno por el equipo, hombre —Bassena le dio unas palmadas en la espalda al sanador, pero sus ojos estaban llenos de lástima—. Uno por el equipo.

—Ugh--

—Vale, ya es suficiente —Bassena se quitó la sonrisa de la cara y miró el orbe negro que silbaba en su mano—. Vamos a ello.