—El primero fue corto y torpe, lleno de cautela y preocupación. Ambos podían sentir los labios del explorador ligeramente temblorosos al tocarse, y él inmediatamente se echó atrás; solo un poco, suspendido sobre los labios sorprendidos del berserker, justo lo suficiente para mirar en esos oscuros ojos.
—Con el corazón latiendo fuerte y la nuca fría, Ron esperaba cualquier reacción. Esperaba el rechazo para ser sincero. Ser empujado o alejado, ser reprendido y que le dijeran que nunca volviera a hacer eso. Su estómago se sentía tenso y su cuello helado, pero la mano en su cintura no se alejó.
—De hecho, se apretó ligeramente.
—Eso fue toda la confirmación que ambos necesitaban.
—Ron se lanzó a otro beso; menos torpe esta vez, más firme, más seguro. Su confianza creció al sentir que el hombre mayor le correspondía el beso y apretaba más el agarre de su cintura.