Le resultaba muy difícil a su mente comprender el hecho de que su hermanito ya fuera padre, pero sobre todo eso... el nombre. No podía ser una coincidencia, así que...
—¿Sabías? —Han Joon abrió mucho los ojos.
Él sabía que no debía hablar de su hermana. Su padre ya le había advertido que nunca la mencionara, que nunca hubo una hija dentro de esa casa. Por lo tanto, no había manera de que se lo dijera a Shin.
—Por supuesto —asintió Shin mientras tomaba asiento a su lado—. Me lo dijiste después de que ese hombre muriera.
Es hombre... ah, se refería a su padre. Han Joon todavía no se había acostumbrado al tono de odio con el que Shin hablaba de su padre. Joon en sí no tenía otro pensamiento que no fuera el miedo con respecto a su padre. Quizás... anhelo, si se le permitiera tal tontería.
Pero de nuevo, sabía que no había nada bueno en su padre tampoco, así que entendía el desprecio en el tono de Shin.