572. Esperanza

—Si tengo la enfermedad blanca, hay una alta probabilidad de que muera —murmuró Mauve.

Ella observó cómo el color desaparecía del rostro de Jael. No pensaba que un vampiro pudiera ponerse más pálido, pero Jael le mostró que sí podía.

Sin embargo, él se recuperó rápidamente, endureciendo su expresión. —Eso no va a suceder —dijo sin vacilar, dejando no lugar a dudas.

—Sí —dijo ella, sus labios formando una línea delgada—. Lo más probable es que solo esté equivocada.

Jael no dijo nada a esto, en cambio, extendió sus manos y atrajo a Mauve hacia sus piernas, sosteniéndola cerca.

Ella presionó su rostro contra su camisa y mordió el interior de sus mejillas para evitar llorar.

Él la sostuvo de esa manera por unos segundos, meciéndola sobre sus piernas mientras estaba sentada sobre ellas.

—Voy a traer a Kieran para que lo revise. Tal vez no sepa qué es, pero podría tener alguna idea y decirnos por dónde seguir, al menos hasta que llegue Jean —dijo Jael.