750. Volado

Luis estaba de pie en medio del campo con Corbin y algunos otros vampiros. El sol acababa de ponerse, y todos se habían apresurado a salir para verificar al Paler y reunir más evidencia, ya que no habían podido hacerlo por el sol naciente. Miraron hacia abajo en silencio; el olor a cenizas permeaba el aire, y algunas flotaban alrededor, pero no lo suficiente como para ser una molestia, ya que no había mucha brisa esta noche, lo cual también era una de las razones por las que no podían explicar lo que estaban mirando.

—¿Podría haberse volado todo? —alguien preguntó.

—Quizás —respondió otro—. Eran cenizas, después de todo.

Sin embargo, esa explicación no tenía sentido considerando lo que estaban mirando. Era como si lo que habían visto la noche anterior no existiera. No había nada, ni siquiera cenizas. Ni una marca quemada en el suelo, simplemente nada.