¿Qué puede hacer tu fantasma?

Dándose cuenta de que era imposible pedir prestados granos a los hermanos Lin, la Anciana Abuela Lin finalmente abrió la boca a regañadientes y dijo —Está bien, ¿por qué no hacemos esto? —no les pediremos prestado el dinero sino que lo compraremos, ¿les parece bien?

¿Comprar? ¿Realmente estaban dispuestos a comprar? ¡Heh!

Su Wan se burló interiormente, pero no lo demostró; en vez de eso, asintió comprensivamente y dijo —De acuerdo, quieres un metro de arroz, ¿verdad? Entonces eso será una plata.

La expresión de la Abuela Lin cambió drásticamente al oír las palabras de Su Wan —¿Una moneda de plata? ¿Estás intentando bromear con nosotros? ¿Por qué no sigues y asaltas a esta vieja? ¿De dónde sacaré yo una plata? ¡Y encima por solo arroz!