—Lin Yi miró a los ojos de Lin Yu, que la observaban con decepción. Todo lo que Lin Yu dijo no era más que la verdad, cuántas veces Lin Yi armó un escándalo delante de sus padres cuando no obtenía lo que quería. Si no le daban de comer lo que le gustaba, hacía un berrinche; si no obtenía el juguete que tenía su hermana mayor pero ella no, aún así hacía un berrinche.
A diferencia de sus hermanos, Lin Yi era mezquina y egoísta. Por haber nacido en una familia con tantos hijos, tenía la mentalidad de arrebatar las cosas o armar un alboroto para conseguirlas.