¿Qué pasó yan?

—Por favor, un aplauso para mi nueva editora, ¡¡Tanalei!!

No hubo respuesta de la puerta después de que Lin Yan habló. Pensó que tal vez Su Wan se había ido; se estaba preguntando si le había creído cuando escuchó el chirrido de su ventana abrirse. «Mierda. Mierda. ¡Mierda!», pensó. Parecía como si su tapadera fuera a ser descubierta. Inmediatamente se lanzó dentro de su sábana, sin querer mirar a Su Wan en absoluto.

Hubo un fuerte golpe, y Su Wan saltó dentro de su habitación. La luz de la luna iluminó su pequeña figura, haciéndola parecer una especie de diablo encantador.

—¿Qué estás haciendo? No puedes saltar adentro así, especialmente cuando llevas una falda. ¿Y si alguien te ve actuando tan sigilosamente? ¿Qué pensarán?

—No es como si fuera a robar algo —dijo Su Wan enderezándose mientras se quitaba el polvo de la falda—, y no tendría que saltar de esta manera si no te negaras a abrir la puerta.