Lin Yan sintió la presencia de alguien detrás de él y se dio la vuelta, para su sorpresa era Su Wan, pero en lugar de mirarlo a él, ella estaba mirando por la ventana. Frunciendo el ceño, Lin Yan siguió su mirada queriendo ver qué era más atractivo que él, pero todo lo que vio fueron nubes ahumadas con niebla arremolinándose en el cielo. ¿Qué había que ver?
—¿Qué estás mirando? —después de un rato Lin Yan no pudo evitar preguntar—. ¿Hay algo afuera?
—Nada, solo estoy tratando de comprobar si el sol salió del oeste hoy —dijo Su Wan mientras miraba por la ventana—. Quiero decir, estás cocinando gachas de pollo desmenuzado con arroz blanco sin que yo te lo diga, es realmente sorprendente.
Solo entonces Lin Yan se dio cuenta de que esta traviesa esposa en realidad le estaba tomando el pelo. Tocándole la frente negó con la cabeza con un suspiro indulgente.