Arabella aprendió que la estancia de un mes de Fernando en el palacio había sido la más larga que él había hecho jamás. Él nunca se quedaba quieto en el palacio desde que se sentaba en el trono. Siempre estaba fuera en alguna parte.
Así, algunos pensaban que Fernando ya había tenido suficiente por un mes y ya estaba cansado de ella. Concluyeron que él solo la deseaba por lujuria y su favor hacia ella había terminado una vez que quedó satisfecho.
Si fuera Arabella en su vida pasada, la que no sabía que era amada, habría estado terriblemente herida por tales pensamientos. Pero Arabella ya no se molesta tanto por esos pensamientos ya que ahora sabía cuánto la valoraba Fernando.
Si él la amaba lo suficiente como para hacerla revivir, no se cansaría de ella una vez que hubiera tenido suficiente, ¿verdad?