Sera se puso aún más nerviosa debido al intercambio entre Andrés y Fernando.
Tenía miedo de Fernando porque, además de su mala reputación, era enorme.
—Por favor, tenga la seguridad. Mi esposo es amable y gentil —le dijo Arabella a Sera.
Si estaba demasiado tensa al bailar por miedo a Fernando, podría tropezarse.
Sería peligroso ya que Sera estaba embarazada.
Los otros reales que escucharon las palabras de Arabella casi se les caen las copas de vino que estaban bebiendo.
Algunos incluso se atragantaron y tosieron repetidamente.
—Por favor, no les presten atención. Él suele ser malinterpretado —agregó Arabella con una leve risa.
Aunque su rostro permaneció inexpresivo, las puntas de las orejas de Fernando se enrojecieron ligeramente por las palabras de Arabella.
[Nadie jamás ha dicho que soy amable y gentil. A veces me pregunto de dónde saca los elogios que tiene para mí.] Fernando pensó.