—Me encanta cuando ella se pierde completamente en el placer. Fue la primera vez que empujó mi cabeza así porque quería sentir más. Fue tan agradable. Quiero hacerla perder la cabeza así más a menudo. Por lo general, solo acaricia mi cabello. La noche pasada fue tan emocionante. Me encanta cómo agarró mi cabello y me presionó contra su humedad porque estaba tan ansiosa.
Fernando acarició amorosamente su mejilla.
Arabella sintió el calor subir a su rostro ante los pensamientos de su esposo.
Y esas no fueron las únicas cosas que hicieron anoche…
—Arabella también se corrió por primera vez y su esposo pervertido lo lamió todo para limpiarlo. Algo incluso llegó a su rostro, pero él estaba tan encantado y sonreía feliz por haberla hecho sentir tan bien por primera vez.
—Sus jugos sabían bien. Tengo que lograr que se corra así más a menudo. Fue tan increíble.
—¡Qué vergüenza! —pensó Arabella.